Este pasado domingo se celebró en la localidad madrileña de Rivas-Vaciamadrid el I Ruta Confraternización MTB de 3 de los principales clubes de la zona suroeste madrileña comos son el Altillo Bike de Rivas, Distrito 18 de Vallekas y Daganzo Bike Aventura(BAD) con el único y simple objetivo de pasar una divertida mañana de mountain bike por la zona de Vallequillas y el cerro Pingarrón. | Invitados por los Altillos, no acercamos hasta Rivas unos 40 ciclistas atraídos por la tentadora y prometedora I Ruta Confraternización MTB. A la llegada encontramos a muchos amigos de viejas batallas y otros, nuevos compañeros que conoceremos durante el día, pertenecientes a los clubes Altillo, Distrito 18 y BAD. Tras los obligados minutos de charla y obligada foto de grupo, nos ponemos en marcha. |
La ruta, especialmente diseñada por
Javi Altillo para la ocasión, nos llevó por una pequeña e interesante zona del
Parque Regional del Sureste como son las zonas
Vallequillas y
Pingarrón. Un bonito entorno natural formado por cantiles de yeso, pequeños cerros cubiertos de pinos de repoblación, altos páramos cubiertos de aromáticas especies vegetales y extensas vegas cultivadas que nos ha ofrecido un entretenido y variado recorrido. No siendo difícil el trazado, si que ha contado con buen número de interesantes descensos trialeros, fuertes repechos, tramos de ocultas sendas invadidas por espesa vegetación y algo de pista rodadora que permitía recuperar el aliento.
Salimos de
Rivas por la zona de la
laguna del Campillo. Tras cruzar el famoso
puente de Arganda que salva el río
Jarama, seguimos por la carretera M-506 para desviarnos por un camino que nos sale a mano izquierda una vez dejada atrás la Emisora RNE. Luego, un pequeño tramo por zona de lagunas y graveras antes de tomar la colada del viejo camino de Chinchón que nos dejará en la
Vía Verde del Tajuña, un poco antes de llegar a la cementera. Es un tramo en leve ascenso que no supone gran esfuerzo sino hubiera sido por el fuerte ritmo marcado por los
Altillos, que junto con los pinchazos, hace estirarse al grupo.
Tras el reagrupamiento, continuamos para rodear la cementera por la parte norte y cruzar la carretera
M-311 a la altura de la E.S El Alto. A partir de este punto comienza una de las partes más interesantes del recorrido. El camino pierde anchura cuando entramos en una zona de encinas y coscojas mezcladas con esparto y plantas aromáticas que a nuestro paso desprenden todas sus esencias, aumentando la sensación de disfrute en la bici. El descenso hasta la zona habitada de la
Vallequilla nos permite visitar algunas trincheras de la
Guerra Civil. Recordad que en esta zona se libró la importante y decisiva
Batalla del Jarama y son muchos los restos de tan infausto suceso los que aún existen en la zona.
Tras cruzar
Vallequillas, continuamos por una gran pista de arena que nos lleva a los pies de la subida hacia el Pingarrón. A nuestra izquierda tenemos los cantiles de yeso de
Vallequilla y a la derecha la inmensa vega del río Jarama que riega los extensos campos de cultivo en torno a
San Martín de la Vega. El ritmo es alto y los Distritos imponen su ley en el llano. Yo mas prudente y conociendo de otras ocasiones la dura subida a la zona de Pingarrón, reservo fuerzas, para intentar completar el ascenso sin paradas.
La pista se aparta de la vega y gira a la izquierda buscando en único paso disponible entre barrancos que nos permitirá subir hasta el Pingarrón. Estamos a punto de afrontar uno de los principales atractivos del día: salvar el fuerte desnivel que nos lleva de la vega hasta los
cerros del Pingarrón. El primer tramo de la subida resulta difícil, acostumbrado a rodar rápido por la vega, las primeras rampas se atraganta un poco. Luego, tras una breve zona de descanso, se afronta el último y peor tramo de la subida que me obligan a poner pie en tierra cuando aparecen las piedras. Tendré que dejar para otra vez el intento. Muchos compañeros, de
BAD y Distrito, lograron completar el tramo completo sin desmontar. Otros, aprovechamos para realizar un reportaje fotográfico del momento.
Una vez en la
cañada de la Galiana tomamos dirección norte en busca de nuevo de la zona de
Vallequillas. Durante los 4 kilómetros por la cañada alcanzamos las velocidades mantenidas más altas de día. Dejamos la cañada para tomar un camino con cadena que impide el paso a vehículos de motor, estamos a punto de comenzar otros de los tramos divertidos del día. El abandono de la zona ha hecho que muchos caminos se pierdan y la vegetación los invada. Por uno de ellos descendemos por el
barranco del Horcajo. La invasión de la vegetación nos obliga a extremar precauciones en el descenso. Afortunadamente, la ausencia de grandes piedras facilita las maniobras. Aquí
El Alcade demuestra su habilidad bajando, no importándole salirse del camino y continuar campo a través sorteando encinas y zanjas, evitando la desgracia con gran maestría. Otros, nos hubieramos pegado una leche de órdago.
Llegando a la zona de
Las Amarguillas, Javi Altillo, nos ilustra de las costumbres y toponímia de la zona. Originario de esta zona de la Comunidad de Madrid, su familia ha vivido en esta zona desde hace generaciones. Un lugar interesante es la
Fuente de Las Amarguillas. Javi nos cuenta que las gentes del lugar, se acercaban hasta este punto para tomar las aguas sulfurosas que manaban del manantial, muy beneficiosas para la salud y con gran tradición curativa. Famosos fueron también los baños en estas salubres aguas.
Hoy en día, se puede atisbar la importancia que en su momento tuvo la singular construcción donde se encuentra la fuente, que en estado de ruina se puede visitar bajando por unas peligrosas escaleras hasta el pequeño chorro que vierte las aguas a un pequeño depósito. Finalmente, no nos decidimos a probar tan “curativas” aguas debido a la inmundicia y ruina que alberga el lugar. Lástima que no se conserven estos lugares tan curiosos, y que en el pasado formaron parte de la vida de muchos habitantes de la zona.
Dejamos atrás la fuente para continuamos por un duro repecho que nos dejará frente al viejo
caserío del Alto de Vallequillas. Antigua casa de labor testigo del importante pasado agrícola de la zona. Poco a poco, estos repechos nos van mermando las energías, que junto con algunos pinchazos y roturas de cadena nos obliga a realizar pequeñas paradas. Importante la labor de los Altillos, esperando en los cruces conflictivos, para que los rezagados ciclo-turistas no nos perdiésemos del resto del grupo.
Un tramo por carretera nos deja, de nuevo, en la
Cañada de la Galiana que nos devuelve a la
Vía Verde a la altura de la cementera. Un par de kilómetros por la vía para abandonarla para seguir por una pista asfaltada que da servicio a las numerosas casas de auto-construcción que roba vistosidad al monte. Entramos en la zona de los
cerros Concejiles donde numerosos pies de pino carrasco repoblado colonizan los yesos característicos de esta zona. Otro tramo muy bonito con interesantes toboganes y un interesante descenso hasta el fondo del valle. El final de la ruta está cercano.
El regreso a
Rivas lo realizamos por el mismo camino que hicimos en la ida. La última subida hasta la Cafetería El Altillo(sede del club), situada en la zona alta de la localidad, nos obliga a un último esfuerzo, haciendo mas deseada y necesaria la reconstituyente cerveza final. El exitoso encuentro de confraternización finaliza con una "suculenta" paella, que a buen seguro, dieron cuenta los que allí se quedaron. Otros tuvimos que volver a casa con la satisfacción de haber pasado un bonito día de mountain bike en compañía de unos magníficos amigos. Seguro que el segundo encuentro de confraternización no tardará en repetirse.
Como siempre os dejo el track GPS en
Wikiloc.
- Distancia total: 54,934 Km.
- Desn. de subida acumulado: 909,56 m.
- IBP:
62 BC
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Amigo José, siempre es un placer leer tus crónicas. Haces que una mañana de bici se convierta en una aventura.
ResponderEliminarGracias por tus comentarios hacia nuestro club y a mi persona en particular.
PD: No creo que haga falta invitarte ningún día a rodar junto a nosotros, sabes donde estamos y la puerta siempre está abierta.
Javier
Gracias Javier por compartir con nosotros tus conocimientos de la zona. Ya sabes que me gusta mucho conocer las historias de los lugares por los que "ruteamos", por lo menos, tanto como montar en bici.
ResponderEliminarSaber como vivían las gentes que habitaban y trabajaban en esos campos da mas valor e interés a nuestras excursiones.