Excursión por Sigüenza: Cañón del río Dulce con niños

Pequeña ruta entre las localidades de Pelegriña y La Cabrera dentro del Parque Natural del Cañón del Río Dulce. Por su pequeña distancia y ausencia de desniveles, especialmente orientada para niños. Apta para biciclestas.

Aprovechando el día de fiesta, me llevo a la familia a dar un paseo por el impresionante y bonita senda del Cañón del río Dulce. No vamos a hacer la ruta en su totalidad(Aragosa-La Cabrera-Pelegrina son unos 22 kilómetros de ida y vuelta), sino que vamos a recorrer una pequeña parte para que las niñas no se cansen.

Muy recomendable hacer la ruta completa llegando hasta Aragosa para poder contemplar las magníficas hoces calizas del tramo entre Aragosa y La Cabrera. También se podrá ampliar, recorriendo los escasos 2 kilómetros de senda que nos llevará hasta la famosa Cascada de Pelegrina. Estos interesantes tramos los dejamos para otra ocasión.

El río Dulce toma el nombre de la "dulzura" que proporciona las solubres rocas calcáreas que se encuentra por estos parajes. Muy cerca, en la región, también podemos visitar el río Salado, donde las agúas toma un sabor mas salado debido a las sales y sulfatos encontradas en las rocas.


La ruta no tiene problema de orientación ninguna al estar perfectamente señalizada durante todo su recorrido por paneles informativos y guias de madera.

Saldremos de Peregrina descenciendo hasta el extenso valle que podemos contemplar desde lo alto de la localidad. Camino ancho y de tierra que nos llevará hasta las instalaciones de un granja desechando las señales rojas y blancas que nos indica el GR-10.

Apartados del cauce del río pasamos junto a un fuente de fresca agua. Una paisana, que está llenando unas botellas de agua, nos indica la potabilidad del agua. El camino discurre por la vega del río, acompañados por grandes praderas y cultivos(de judías).

Se puede apreciar el efecto diferenciador de solana-umbría. En las laderas de orientación sur (solana) dominan las encinas en un bosque mixto de sabinas y encinas; mientras en las laderas de orientación norte (umbría) dominan los quejigos mezclados con sabinas.

Tras pasar por las ruínas de una antingua casa de labor, el valle empieza a estrecharse y el camino se encajona entre las paredes verticales del cañón. La vegetación cambia, aparecen los chopos, saúces, algún tilos, arces y demás especies que buscan el agua.

Tras cruzar el río por un puente de madera, accedemos a La Cabrera por una espléndida pradera donde los niños podrán disfrutar de unos columpios.



La Cabrera es un tranquilo pueblo en fondo del valle. El río divide en dos el casco, comunicándose ambos por un puente de sillería con dos arcos. Su Iglesia parroquial, pequeñita y coqueta, está dedicada a Ntra. Sra. de la Asunción.

En la vuelta vamos a introducir una variante para conocer la vertiente derecha del río. En vez de cruzar el pequeño puente contruídos con tablones del tren, seguiremos recto por un pequeño sendero. Advertir, que el poco uso de este camino, han ocasionado que la vegetación invada y ponga en dificultades transitar por el. Son numerosas las ramas de arbustos y arboles que deberemos apartar en el primer tramo. Por el contrario, transitaremos por un camino mas fresco y en sombra al ir por un frondoso bosque en galería en paralelo al cauce del río.

Sino os quereis complicar, optar por el camino de ida para volver a punto de origen.


Como curiosidad os comento que el gran Félix Rodríguez de la Fuente filmó gran parte de los capítulos de "El Hombre y la Tierra" en esta zona. Especialmente los capítulos referentes al lobo ibérico. Aquí instaló una cerca con lobos para firmar su comportamiento y todavía los vecinos mas viejos recuerda, vagamente esos días. En agradecimiento y recuerdo, se contruyó un mirador sobre la hoces, en honor al "amigo Félix".

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