sábado, 27 de septiembre de 2008

Ruta MTB Sobrarbe: Morillo-Ainsa-Pueyo-Soto-Buixitar

Después de una semana de senderismo, rutas a caballo y visitas culturales, consigo tener la mañana libre para disfrutar del MTB por la comarca del Sobrarbe.


Loco de contento vuelo hacia la tienda de Aventura Raid Sarratillo en Aínsa para alquilar una bici que me proporcione un de esos momento de éxtasis y placer que produce montar en una bicicleta de montaña por estas sierras y campos. Estoy como el niño que le compran unas entradas de fútbol en un famoso anuncio de tarjetas de crédito.
- "Una bicicleta BH modelo Jumper".
- "17 euros".
- "La sonrisa de una niño grande con bici de alquiler...".
- "No tiene precio. Hay cosas que el dinero no puede comprar. Para todo lo demás,…”.

Supongo que con la misma ilusión del niño del anuncio por ir al fútbol, yo esperaba el momento que amaneciera y pudiera recorrer la ruta que había preparado a lomos de mi caballo de acero.


Me levanto, me visto y salgo de la cabaña y pufff. El día estaba totalmente cubierto de nubes muy negras pero que muy negras.
- “No importa seguro que no llueve”, pienso.
- “Llevo una semana aquí y no ha llovido. ¿Por qué iba a llover hoy?”.

Ante de comenzar me dirijo al bar a desayunar, y el encargado me dice con cierta sorna:
- "Buen día has escogido para salir con la bici" - y mirando al cielo continúa -"¡Con la que va a caer!".

Unos días antes, en la oficina de turismo de Aínsa, había cogido un folleto donde se recogen diez rutas señalizadas por la comarca para realizarlas en bici MTB. Estudiando el trazado, dureza y longitud de las que comienzan en cerca de Aínsa, me decido por la Ruta 5. Para llegar hasta Aínsa, utilizo un tramo de la Ruta 9, que desde Morillo de Tou (lugar donde estamos alojados) me llevará hasta la bella ciudad medieval.

Salgo desde Morillo de Tou en dirección a Aínsa por el sendero señalizado como PR-HU-70. Sin tiempo para calentar y acompañado de una fina lluvia, empiezo a subir por un camino con bastantes piedras. Cuando corono el primer cerro y tengo el corazón que se me sale por la boca, empiezan a caer chuzos de punta.

Con una bici que no es la mía, y que por lo menos pesaba por lo menos 20 kilos, sufro mucho hasta llegar a Aínsa. Como decía antes, un camino con muchas piedras y fuerte desnivel hacen que me cueste coger ritmo. Además no deja de llover hasta que no llego al puente sobre el río Ara al cabo de una hora. Descarto la propuesta de un panel informativo para completar la Ruta 1 y cruzo la parte baja de la localidad en busca del panel de inicio de la Ruta 5.

Como no encuentro el dichoso panel, intuyo con la ayuda del folleto turísticos que está totalmente mojado, que la ruta seguirá el camino paralelo al río Cinca que sale a mi izquierda tras cruzar el puente sobre dicho río. El camino es bastante llano y de buen firme, lo que me permite recuperar fuerzas. Afortunadamente descubro una indicación que elimina mi incertidumbre sobre la validez del camino y que me desvía a la derecha por otro camino, que en constante ascenso me llevará a las puertas de la Ermita de Santa Ana. Tras un breve descanso y la reparación de un pinchazo, continúo por el camino que llevaba hasta encontrar una carretera comarcal que me conducirá hasta el coqueto pueblo del El Pueyo de Araguás. Son muchas las granjas ganaderas y zonas de pastos en las inmediaciones de este pueblo. Este tramo es engañoso porque cortos descenso dan paso a largas subidas. Ha dejado de llover y se ha quedado una mañana húmeda y fresquita. Menos mal que fui previsor y me puse el chubasquero.

Sorprende el trazado de las calles y la arquitectura de las casas que me encuentro en El Pueyo. Parece que han reconstruido la totalidad de las casas para destinarlas al turismo rural. Supongo que han respetado los materiales y las técnicas en la reconstrucción, pero la falta de construcciones viejas, le confiere una apariencia de uniformidad que hace que parezca un pueblo nuevo. ¿Quizá haya sido así? Aún así, es un sitio en el que apetece pasar unos días de descanso y MTB.

Tras visitar este pueblo, continúo por otra solitaria carretera comarcal hasta un desvío a la derecha. Antes me había parado a comer una enormes y sabrosa moras que por el tamaño parecía ciruelas negras. Comentar que esta ruta (la 5) tiene 3 opciones o variantes que permiten acortarla y llegar a Aínsa en menos kilómetros.

El siguiente y último tramo me llevará por las aldeas de Soto y Buixatar por una zona eminentemente forestal. Destacar los famosos y fotogénicos badlands (terreno árido rico en arcilla extensamente erosionado por el viento y el agua) que confieren a la zona de unos magníficos caminos sobre las crestas de margas azuladas. Las plantaciones de pinos han evitado que las intensas lluvias hayan erosionados esta tierras y han conferido un fotogénico y armonioso contrastes de colores azules, verdes, grises y ocres a estos parajes.


No hay tiempo para más y descarto visitar la Ermita del Villarcillo que aparece a mi derecha sobre un promontorio y semioculta por la vegetación. Siguiendo la parte baja del Barranco del Soto llego a Ainsa satisfecho por conocer un poco mejor esta comarca llena de contrastes y un medio natural de gran belleza y excelente estado de conservación. Lástima que no tenga más días para completar alguna de las otras propuestas en el folleto turístico de "Rutas BTT por la comarca del Sobrarbe".

Podeís bajaros el track GPS desde Wikiloc.

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