I Marcha Distritera Avila Madrid "De las Yemas a los Churros"

I Marcha MTB "De Yemas a Churros" organizada por el Club MTB Distrito 18 nos permtió disfrutar de un magnífico día de mountainbike recorriendo la distancia que separa Ávila de Madrid.
Al comenzar la ruta sabía que íba a ser difícil sintetizar en una sóla crónica todos los datos y sensaciones que iba a comenzar a vivir. Unos días después, en casa delante de ordenador, me ha costado seleccionar un puñado de las casi 250 fotografias que realicé y poder poner palabras a este gran día vivido. Os dejo la crónica:

Un par de meses antes había recibido mi invitación personal para participar en la I Marcha Distritera "De las Yemas a los Churros" Ávila-Madrid enviada por el club organizada, el club MTB Distrito 18 de Vallekas. Entre la ilusión por un reto fabuloso y la seguridad que me ofrecían el club organizador no me quedaba mas remedio que aceptar y desear que el día llegara lo antes posible.

El día comenzaba pronto, a las 6:15 horas de la mañana, ya estaba junto a la Asamblea de Madrid con el resto de invitados, el Club Altillo Bike de Rivas, MTB Torrejón, Senda Diesel de Móstoles y Bike Aventura Daganzo. En total 40 locos de la bicicleta de montaña, que tras los correspondientes saludos, risas y otras chanzas, embarcamos junto con nuestras bicis en el autocar que nos llevaría hasta las mismas puertas de las Murallas de Ávila.
La salida oficial estaba situada en la Plaza de la Catedral. Tardamos un poco en salir debido a las numerosas fotos que nos hicimos junto a la Muralla, la ocasión merecía tener un recuerdo del grupo completo que comenzaría la aventura.

Los primeros kilómetros fueron cómodos, salir de Ávila se puede considerar fácil. Tras cruzar por una cancela salimos del entorno urbano al pleno paisaje natural. Un rápido descenso nos dejará en un verde valle formado por el río Chico que remontaremos hacia el este. Un par de kilómetros después, un giro a derechas nos dejará en una prolongada subida hasta la localidad de Tornadizos de Ávila. Es una zona desarbolada donde el ganado pasta tranquilamente en una magnífica y soleada mañana.

En un fuerte repecho cerca de la carretera CL-505 rompo la cadena, la cual reparo rápidamente con un enlace rápido que llevo en la mochila y la inestimable ayuda de Jero.

Ya estamos cerca, a mi parecer, del punto más bonito y singular de todo el recorrido, el puerto de las Pilas, por donde remonta el antiguo Camino Real entre imponente murallones de piedra. El descenso, entre divertido y peligro, aprovecha un serpenteante camino que salva un acusado desnivel.

El primer tramos son los más pronunciados y peligrosos donde habrá que sortear abundantes piedras y el cauce del arroyo Molón, que aunque con poco agua, hace que las piedras estén resbaladizas y abundante barro en algunos de los puntos. El resto del tramo está en bastante buen estado facilitando un rápido descenso hasta la carreterilla que nos llevará hasta la pequeña localidad de El Herradón.

Tras cruzar este apacible y tranquilo pueblo, de nuevo toca subir. Los porcentajes son altos pero el buen estado del camino y las serpenteantes curvas facilita la subida hasta un pequeño descansadero a mitad de colina y que sirve de entrada a la localidad de San Bartolomé de Pinares. Estamos a punto de afrontar la parte más dura del día, también de las más bonitas.

Atravesamos el pueblo por las empedradas calles de esta singular localidad antes de afrontar las primeras rampas que nos llevarán a la parte alta. Para salvar los fuertes porcentajes se recomienda no levantar la cabeza y seguir la rueda trasera del compañero que te antecede para que, poco a poco, superar los peores momentos sin aumentar las pulsaciones. Al final, las rampas se suavizan y podemos permitirnos divisar las magníficas vistas de San Bartolomé y de las sierras que nos rodean.

En pocos kilómetros encontramos el primer avituallamiento situado en una explanada junto a la carretera AV-502. Antes deberemos cruzar el río Beceas, entrando en zona de pinares y abandonando los pastos.

Aquí me gustaría hacer una mención especial a los integrantes de la A.D. Madrid-Sur que fueron los encargados de tener los tres avituallamientos preparados. Con dos furgonetas nos dieron apoyo logístico durante toda la ruta, siendo nuestros "ángeles de la guarda" por si ocurría algún percance (afortunadamente no ocurrió nada).

El entorno ha cambiado completamente. Los pinos pueblan completamente estas sierras dando un encanto muy especial a la zona. Nosotros sólo debemos dejarnos caer hasta Valdemaqueda a través de la zona llamada La Cuerda de las Navas. Es el tramo más fácil y rápido de la jornada.
Desde Valdemaqueda nos dirigimos hacia Robledo de Chavela a través de la carretera M-537. Poco después de pasar el puente sobre el río Cofio, abandonamos el asfalto para seguir por un camino que sigue el arroyo Gorronal y que rodea la localidad de Robledo por la zona norte.

El siguiente tramo nos llevará hasta el segundo avituallamiento situado junto a las vías del ferrocarril en el barrio de La Estación de Zarzalejo. Buscaremos el Camino de El Escorial para salir de Robledo. En este tramo sufro un poco debido a la hora del día, es la hora de comer, y de la ligera pendiente del camino. Afortunadamente puedo seguir la rueda de Jose Alberto y Pedro que me lleva cómodamente hasta un pequeño collado donde nos reagrupamos y descansamos.

Al llegar a las vías del tren abandonamos el camino que traemos para seguir por el GR-10 que nos dejará en el segundo avituallamiento. La comida que nos tenían preparada en Zarzalejo fue fantástica: de primero ensalada, de segundo bocata de chóped, fruta, pasteles, bebida a tutiplén y cojo un gel energético por si tengo que tomarlo durante el último tramo que nos queda. Después de la magnífica comilona que nos hemos pegado tenemos que continuar. Cinco de nuestros acompañantes deciden seguir hasta El Escorial para coger el tren hasta casa.

El resto seguimos por la Colada de la Crucijada, pasando junto a las bonitas Lagunas de Castrejón que en esta época luce una magnífica capa de agua y un bonito entorno. Vamos a aprovechar las magnificas infraestructuras viarias que nos dejó la trashumancia. Tras dejar la Colada de la Crucijada, seguimos por la Vereda de la Cruz Verde y, más tarde, seguir por la Cañada Real Leonesa y finalizar en el Camino de Robledo hasta llegar a Valdemorillo.

El resto del camino no tiene mucho interés ya. Lo había recorrido en múltiples ocasiones y me lo conozco al dedillo. Simplemente hay que seguir la senda de las Merinas hasta la Casa de Campo atravesando de la mejor forma posible las numerosas urbanizaciones de la zona oeste madrileña. En Villafranca se une a nosotros un miembro de Distrito 18 que no pudo comenzar en Ávila ya que está convaleciente de una operación de rodilla y tuvo el detalle de acompañarnos hasta Madrid.

Comentar que los últimos 10 kilómetros de entrada a Madrid se hicieron más largos que los 110 restantes debido a los pinchazos y a que volví a romper la cadena. En mi vida había roto la cadena, y eso que he tenido oportunidades recientes más propicias como en Colmenar, pero este contratiempo seguro que me sirve de experiencia de cara al Soplao. Sabré arreglar la cadena con rapidez.

Entrando a la Casa de Campo se puede sentir al emoción por la llegada entre los participantes y en especial entre la gente de Distrito 18. Su "proyecto" estaba a poco más de cuatro kilómetros de terminar y todo había sido un éxito. Prácticamente todos los que iniciamos la ruta en Ávila habíamos llegado hasta Madrid sin ningún tipo de percance físico.

Tras una foto de grupo con la Catedral de la Almudena y el Palacio Real detrás nos dirigimos a remontar la Cuesta de la Vega y seguir por la calle Mayor hasta nuestro destino en la Plaza Mayor. El recorrido previo por las calles de Madrid y la posterior entrada a la plaza fue muy emocionante, turistas y paseantes se sorprendía y aplaudía nuestra llegada. Fue realmente emocionante.

Tengo que felicitar a todos los miembros de Distrito 18 por lo bien organizado que estuvo su I Marcha Distritera Ávila-Madrid, en especial a nuestro guía, el "macho-alfa" Luisja que en todo momento tiró en cabeza del grupo, de cierre y controlando no perder a nadie a Juan H. y Pantani. Por último a Alberto que se fajó durante toda la jornada subiendo y bajando por el pelotón, dando soporte a la cabeza y al cierre en un encomiable trabajo de coordinación. Como aprendizaje me quedo con el trabajo global del club MTB Distrito 18 que han demostrado su calidad como grupo humano, reflejo de lo que tiene que ser un club MTB y ejemplo a seguir que me gustaría aplicar a MTB Leganés. "Son Maneras de Vivir" y de hacer las cosas que nunca pasan de moda y que hacen grandes a los clubes y a las personas.

Gracias al club MTB Distrito 18 por hacernos compartir con vosotros esta magnífica experiencia.

FOTOS PARA EL RECUERDO
Entre ambas fotos hay 120 kilómetros, 12 horas, muchas risas, algo de sufrimiento, abundantes avituallamientos, maravillosos paisajes y sobre todo muy buena compañía.

Como siempre os dejo el track GPS en Wikiloc.

Distancia total: 129,06 Km. D+: 2504,13 m. IBP: 191 AB

Post Ruta: La ruta no terminó en la Plaza Mayor, sino que tuvimos que desplazarnos en bicicleta por las calles hasta Vallecas, donde habíamos dejado los coches. Circular en bici por las calles de Madrid un sábado por la tarde es una experiencia que me ha dejado algunos pensamientos que desarrollaré en otra ocasión.
Una vez en el lugar de donde partimos por la mañana en autocar hasta Ávila, la gente de D18 nos había preparado un nuevo ágape, esta vez en un bar, a base de tortillas, sándwiches y chorizos, todo ello regado con una refrescante y sabrosa cervecita. En futuras ocasiones, intentaré recordar no ponerme junto a Willy y Jero, y así, poder degustar de las viandas tranquilamente sin el temor de quedarme sin comer. :-)



Podeis encontrar todas la fotografías y el vídeo de I Marcha Distritera Avila Madrid "De las Yemas a los Churos" en la web de Distrito 18