Los 10000 del Soplao. Un reto conseguido.

El reto para el 2010 se completó con plena satisfacción y mucho sufrimiento. La más dura prueba en la que he participado nunca requiere grandes dosis de locura y mucha pasión al deporte de la bicicleta de montaña.

Parecía que estábamos sincronizados para que al coronar El Moral, coincidiera con el último hilo de luz del día. Arriba, mientras me ponía los focos, cayó la noche. Fue un momento mágico, un instante para saborearlo, cargado de profundas sensaciones, sabía que después de tanto sufrimiento iba a conseguir el reto de terminar el Soplao 2010 después de 15 horas pedaleando. Mi primer Soplao completado.

Como muchos de vosotros sabréis, Los 10000 del Soplao es un macro evento deportivo donde además de participar 3000 ciclistas de montaña también participaron unos 700 atletas en las pruebas de ultrafondo(125 kilómetros), maratón(46 kilómetros) y ruta(46 kilómetros) a pie. Todo ello magníficamente organizado por el Club MTB de Cabezón de la Sal y arropados por cientos y cientos de vecinos de la zona que se vuelcan con la prueba proporcionando un colorido y calor muy especial.


El día comenzó pronto. A las 8 de la mañana estábamos todos los integrantes de MTB Leganés, que nos desplazamos hasta Cabezón de la Sal, preparados para comenzar nuestra andadura en la cuarta edición de la mítica prueba de “Los 10000 del Soplao”. El día iba a ser caluroso. El llamado “infierno cántabro” se convirtió en el “caldero cántabro” debido a las altas temperatura que tuvimos que sufrir los participantes, superando los 30 grados de temperatura en las horas centrales del día. Completar un recorrido de 165 kilómetros y superar los más de 4000 metros de desnivel con esas temperaturas supuso un sacrificio muy grande.

Desde el principio formamos un grupo Jach, Jero y Dani con la intención de cumplir con la planificación de los 11 kms/hora. El resto tiró adelante y no volvimos a verlos hasta que no bajamos El Moral la primera vez y nos los cruzamos.

Los primeros tramos se hicieron cómodos, salvo una peligrosa bajada debido a la polvareda que se formaba. Durante mi prudente descenso pude ir viendo a varios participantes tirados en los laterales de camino debido a las caídas.

Luego me enteré que el ciclista profesional Joseba Beloki tuvo que abandonar en este punto debido a una aparatosa caída. El posterior ascenso al Monte Corona formó una larga procesión “del silencio” de ciclistas a lo ancho del camino más pendientes de no chocar con la rueda del compañero que te antecedía que de las rampas que estábamos sufriendo.

El primer avituallamiento situado en la bonita aldea de Caviedes coincidía con nuestro lugar de pernoctación en Cantabria. Allí estaba Silvia esperando mi llegada. No paramos mucho y continuamos hacia el verdadero comienzo del Soplao como rezaba en un cartel situado en la temible subida de La Cocina.

En el primer repecho duro del día se formó un gran tapón de participantes debido a la fuerte pendiente y empedrao del camino. No era plan de desgastarse tan pronto y pusimos pie en tierra. Tras un breve tramo para el descanso dio comienzo una prolongada subida en forma de zetas que nos dejaría cerca de las famosas Cuevas del Soplao. En el parking de este turístico lugar, un nuevo avituallamiento (km 36), antes de afronta el divertido y peligroso descenso a Celis.

El siguiente hito importante está situado en el collado del Monte Aa (km 52). Una corta pero durísima subida por un camino hormigonado con rampas que superan en algunos momentos el 20% de pendiente nos pone a todos en línea. El calor empieza a apretar y necesito parar en un abrevadero para echarme agua en la cabeza. Curiosamente, la parte de tierra de la subida es el tramo más fácil y desde donde podemos ir contemplando los maravillosos paisajes de la Sierra de Peña Sagra.

Nuestro siguiente objetivo es el avituallamiento se encuentra situado en el kilómetro 66 en el Área Recreativa de Casa de Monte (Parque Natural Saja–Besaya). Como loco estaba por llegar al avituallamiento. Para ello, antes tuvimos que bajar hasta el río Saja por el valle de Cabuérniga, entrar en la localidad Ruente, cruzar el estrecho puente de La Fuentona y llegar hasta Ucieda.

Una vez llegados al tercer avituallamiento pudimos disfrutar de sabrosos bocadillos y sándwiches tirados en la verde pradera de esta zona recreativa. Si llego a saber lo que me esperaba, no me muevo de este agradable y fresco lugar. Antes de seguir me acerco hasta la zona de mecánicos para que revisen un molesto y continuo ruido que hacen los frenos. Increíble la predisposición, rapidez, presteza, cariño,…, de los mecánicos para solventar los problema de la bici. Impresionado me dejaron esta buena gente.

Ahora tocaba una larga y calurosa ascensión de 12 kilómetros hasta El Moral situado a los 1000 metros de altitud. No sé si el principio era más duro o más fácil porque no lo recuerdo, mi único pensamiento era dar pedales sin desfallecer en el intento. Una vez llegado a las zonas altas, desaparecen los árboles y aparecen los pastizales, donde las tranquilas vacas nos miraban con cara de asombro pensando lo idiotas que somos. A esa altura, mas o menos, vemos a los primeros de la marcha bajar como “alma que lleva el diablo”, los Ventoso, los León, lanzados en un frenético descenso.

La sensación de angustia es terrible, donde lo mejor es no levantar la cabeza para que así no tener que contemplar el horrible horizonte que se nos presentaba. Un largísimo camino a media ladera que nunca acaba, y cuando crees que has llegado porque has superado el collado que da paso a la otra vertiente, te vuelves a encontrar el mismo panorama que hacía unos metros que habías dejado atrás, otro largísimo y despoblado camino que duramente remonta las pendientes de estas sierras.

En el alto del Moral hacemos un breve descanso para recuperar fuerzas y enseguida descender siguiendo el cauce del arroyo Juzmeana hasta el desvió situado en la carretera CA-817 donde existe un avituallamiento. Este lugar es clave para el desarrollo de la prueba porque unos 45 kilómetros después deberemos regresar a este punto antes del corte establecido a las 21:00 horas.

Antes de comenzar la subida a la Cruz de Fuentes (1280 m) deberemos pasar por la bonita localidad de Bárcena Mayor y el área recreativa Llano Castrillo donde existe un avituallamiento donde no paramos ansiosos por empezar a remontar los 17 kilómetros de ascenso hasta Cruz de Fuentes. Los primeros kilómetro son agradables de subir gracias a la presencia del río Argoza y de un frondoso hayedo. Le propongo a Dani, medio en serio medio en broma, parar para meternos un rato en las refrescantes aguas del río pero no hay tiempo que perder, que ya lo perderemos subiendo.

Los kilómetros pasan y empiezan a surgir los problemas físicos. Yo paro brevemente debido a un amago de tirón en los cuadriceps, Jero con dolor de rodilla, Jach con calambres y tirones y Dani con dolores de espalda. Los últimos cinco kilómetros son terribles. Atravesamos una zona de pastos y en las partes más abruptas y escondidas aparecen los fríos y blancos neveros.

Este tramo del Soplao parecía una típica ruta por la Sierra de Madrid, debido a la casualidad de encontrarnos con Dalopo y a la gente de Distrito 18, con los que fuimos más o menos, cada uno a su ritmo, alternamos momentos dando pedales y otros andando. En un cruce de caminos, una señal que indica que Cruz de Fuentes está a 2,5 kilómetros me anima a completar esta distancia montado en la bici.


Al coronar Cruz de Fuentes (pk 108), me asaltan las dudas sin conseguiré finalizar la prueba debido a los calambres y problemas estomacales. Mi cuerpo no admite ningún tipo de alimento ya, la cantidad de agua, isotónicos, geles, plátanos y pasteles ingeridos durante el día me han dejado el estómago fatal. Mis compañeros de ruta tampoco andan bien, ya que tardan bastante en coronar. Van llegando a cuenta gotas, unos andando y otros en la bici subidos. Durante la espera, empiezo a tener tiritonas sin tener frío (todavía hace calor) por lo que, en cuanto llegan, continúo mi camino en solitario.

Ahora toca realizar una cresta de picos formados por Palombera (pk 113) y Venta Vieja (pk 121). Antes de llegar al primer pico, vuelvo a sufrir un amago de tirón en los isquios por lo que paro a estirar. Mis compañeros no llegan. Afortunadamente, estos estiramientos fueron “mano de santo”, ya que no se volvieron a reproducir. Ahora entiendo el sufrimiento de los ciclistas profesionales, cuando por la TV, los ves llegar exhausto, vomitando a un puerto y al rato se recuperar milagrosamente y pueden continuar la ruta.

En Venta Vieja me informan que me quedan 30 minutos para llegar al corte de las 21:00 horas. Sin saber los kilómetros que me quedan y un poco desorientado, me lanzo en un frenético descenso primero por un camino con abundante piedra hasta Colsa y luego por unas fantásticas zetas asfaltadas de Los Tojos. La tensión por pasar el corte, me hace perder el miedo a la bajada y arriesgar en las trazadas de cada curva. Subidón total, por fin, empiezo a disfrutar. Unos 10 minutos antes del corte llego hasta el avituallamiento previo a la subida al Moral. Me estoy empezando a creer que conseguiré el reto de completar mi primer Soplao.

Esperé hasta las 9:05 horas la llegada de algunos de mis compañeros. Convencido que los problemas físicos los habrían hecho abandonar en el cruce que te lleva hasta Cabezón (como así fue en el caso de Jach y Jero), empecé la subida hacia El Moral en compañía de Dalopo. Al kilómetro de subida, Dalopo se para a estirar y espera a sus compañeros de ruta que venía unos metros por detrás de nosotros. En el descenso del medio día no pude contemplar el espectacular paraje del arroyo Juzmeana. Ahora, mucho mas reposado y lento, puedo contemplar los numerosos saltos de agua, pozas y frondosa vegetación que nos regala este rincón de Cantabria.

Un poco antes de las diez y media coronaba el alto del Moral (pk 142). Tranquilamente preparé las necesarias luces para el descenso. En apenas una hora estaría entrando en la meta de Cabezón de la Sal. Con la alegría y emoción de saber que ya si había conseguido terminar el Soplao 2010(y dentro del tiempo) bajé El Moral a tope gracias al fantástico foco que llevaba colocado en el casco (unos días antes había recordado ponerle unas pilas nuevas).


Poco puedo contar del descenso, a parte de que fui muy rápido, porque apenas veía por donde iba. Las sensaciones de rodar de noche fueron fantásticas. Al cruzar un puente y girar a la derecha me pasaron dos compañeros que iban muy rápido. Pude coger su rueda y no dejarla hasta la entrada en Cabezón de la Sal(pk 165).

En unas animadas calles de Cabezón, la entrada en meta fue otro momento memorable y fugaz. Mucha gente animando y esperando a los suyos, los aplausos a todos los que llegábamos dio más emoción al momento. Que raros somos, por apenas dos momentos de gloria nos pegamos una panzada de 165 kilómetros de sufrimiento.

En meta me estaban esperando los miembros de MTB Leganés que habían terminado ya (y con unos fantásticos tiempos). También me confirman que Jero y Jach habían cogido el desvío bajando de Los Tojos debido a las molestias musculares, evitando la subida al Moral y de Dani, nada saben. Con bastante de suspense, a unos 15 minutos, llega Dani precedido por Dalopo y los integrantes de Distrito 18 Alberto, Juan y Javier que han sabido recuperarse y completar su primer Soplao para ellos también en tiempo.


Al aficionado al ciclismo de montaña, le recomiendo que, por lo menos, una vez en su vida, participe en la prueba. Lo que tengo claro en estos momentos, es que si hoy mismo se abriera la inscripción para la edición del 2011, NO correría a hacer la inscripción. Quizás, tuviera de dejar pasar unas semanas, o quizás meses para cambiar de opinión.

Lo que tengo claro es que este tipo de rutas donde hay subidas kilométricas no me viene bien y no terminan de divertirme. Incluso la presencia de un paisaje espectacular no me disuade de mi idea. Por el contrario hay que reconocer que la organización de la prueba es fantástica. Antes he comentado la labor de los mecánicos que se desviven por ayudarte pero este “afán” de agradar se extiendo a todos los miembros de la organización. Y además, lo hacen bien. A esta gente los tienen que hacer un monumento en la plaza del pueblo. A parte de situar a la localidad de Cabezón de la Sal en el mapa, la cantidad de ingresos que la celebración de “Los 10000 del Soplao” debe dejar en la comarca es para el monumento y más.


Simplemente agradecer al Club MTB Cabezón de la Sal la organización de esta prueba de MTB, también agradecer a mis compañeros de MTB Leganés darme la oportunidad de compartir con ellos este fin de semana y a todos los amig@s con los que compartí algún trozo de ruta, por pequeña que fuera, porque realizar este tipo de esfuerzo sólo no tiene sentido.

• [EVENTO] Objetivo: El Soplao 2010
• [FOTOS] El Soplao 2010
• [TRACK] Recorrido de: jfdelafuente
• [CRÓNICA] El Soplao. Reto conseguido by jfdelafuente
• [CRÓNICA] MTB Leganés en el Soplao 2010