Valdemorillo 2011

Un año más se ha vuelto a celebrar una nueva edición de la Clásica MTB de Valdemorillo que aprovechando las Fiestas Patronales de San Blas se celebra todos los años el último domingo de enero o primero de febrero en esta localidad madrileña situada a pie de la Sierra de Guadarrama.

Como todos los años la asistencia de corredores a la Clásica de Valdemorillo ha sido numerosa, fijando la organización un cupo de 1200 inscripciones que a buen seguro se completaron durante el fin de semana.

Horas antes de la salida en los alrededores del polideportivo de ”Eras Cerradas” se vivía un magnífico ambiente de mountainbike con los corredores dirigiéndose a recoger su dorsal o preparando sus bicicletas y los últimos rezagados intentando aparcar sus vehículos en las calles o aparcamientos improvisados.

Esta prueba ha creado gran expectación entre los miembros de MTBLeganes.com, siendo 19 los miembros que confirmaron su asistencia, en los días previos. Poco a poco nos fuimos concentrando en la larga fila que aguardaba en meta el comienzo de la prueba.

Un elemento que condiciona tradicionalmente esta prueba es el tiempo. Antes del comienzo de la prueba hubo un pequeño amago de nieve, a penas unos asustadizos copos que apenas tocaban suelo se deshacían. El resto del tiempo, nada de nada, algo de frío en las zonas altas y despejadas pero en el resto ni llovió ni frío(al menos yo) e incluso salió el Sol.

Si en mi primera participación fue el agua el protagonista y al año siguiente fue la nieve, en esta edición del 2011 ha sido la cantidad de agua y el barro que hemos encontrado por los caminos. Algunos de mis compañero se quejaban de la dureza de la prueba por tales elementos, que te obligaban a tener mucha precaución en la bajadas por el abundante chocolate creado y que te obligaba a un sobreesfuerzo para superar los barrizales que hacían que se hundieran profundamente las ruedas. Yo creo que tales enemigos, junto con la dureza y belleza de los tramos, hacen de esta prueba una cita imprescindible dentro del calendario de marchas en la Comunidad de Madrid.

Como decía antes la prueba es dura. La organización catalogaba con un nivel medio la primera parte y de alto la segunda(a partir del segundo avituallamiento). Y no nos engañaba. Si bien la primera parte se complicaba con los numerosos tapones que se producían por el “agloberamiento” de gente en la primera subida fuerte y cuando había que cruzar los caudalosos arroyos.

A mí que tanta gente junta me da miedo, decidí empezar relajado y evitar problemas. El resto de mis compañero tiraron fuerte hacia delante y yo enganché con Joka que se había quedado atrás en el río al no querer mojarse los pies (luego terminaría bastante manchado de barro, pero eso será otra historia). Junto tiramos hasta el primer avituallamiento donde encontramos a Txema, Julio, Manza y otros compañeros que allí degustaban las ligeras viandas que la organización había dispuesto.

Los avituallamientos han sido bastante frugales, abundantes en manzanas y gatorades, pero sólo en eso. La organización ya nos advertía los días previos… “lleva contigo algún alimento sólido y líquido”. Pues sí que fue necesario llevar algo sólido, la variedad en el avituallamiento llegó hasta tres únicos productos: agua, isotónico y manzanas. Al parecer este año los patrocinadores no se han retratado y la organización ha tenido que ajustar presupuesto reduciendo avituallamiento. Yo me quedé con ganas de algo dulce y no atendí la recomendación. Un compañero me dijo que cuando el llegó había palmeritas de chochocolote. Creo que me lo dijo para vacilarme.

Antes del primer avituallamiento (Km. 18) tendremos la oportunidad de disfrutar del primero de una serie de interesantes senderos con los cuenta el recorrido. Partiendo de un extremo de la Dehesa Fuente Vieja aparece un divertido descenso (la Colada de Fuente Vieja), de poco más de 2 kms que se abre entre frondosos pinos, de firme limpio y sin apenas zonas técnicas, donde nos sorprende la presencia de tramos con algo de nieve y hielo. Seguramente fue el tramo más frío del recorrido.

En el tramo entre el primer avituallamiento (Km. 18) y el segundo (Km. 33) tendremos dos interesantes senderos. El primero corresponde con la Vereda de los Vaqueros, que parte desde la Ermita de Valmayor y termina en Valdemorillo, con abundante piedras y tramos técnicos. El segundo lo encontramos tras pasar por la Urbanización Pino Alto y abandonar la Colada de la Mina de Falcó nos dejará a los pie de la urbanización de Puente La Reina.

En este tramo encontraremos monte bajo con fuertes repechos y abundante agua en los caminos, formándose grandes charcas que obligaron que aumentaban la dificultad de los tramos.

En el Km. 33 encontramos el segundo avituallamiento y el punto donde la marcha se separa. Los participantes, en su mayoría, optaban por acortar la marcha y seguir hacia Valdemorillo que se encontraba a poco más de 2 kilómetros completando los 35 kilómetros de la marcha corta. Entre los del grupo que seguíamos juntos, Txema, Julio, Manza y yo optamos por seguir por la marcha larga y afrontar el último tramo del día de 12 kilómetros. Nos esperaba el tramo más duro y complicado del día.

Este tramo recorre la parte sur del término de Valdemorillo. Seguimos por la Cañada Real Soriano en dirección a Quijorna. No tendremos que llegar hasta esta localidad y nos desviaremos a nuestra derecha por un camino empedrado con tramos de calzada que baja de forma inexorable hacia el arroyo Fuente Villanos. El paraje precioso y la bajada espectacular. Apena pude desviar la mirada al paisaje debido a la dificultad del camino.

Como era de esperar, después de tanto bajar, había que subir. El recorrido debe remontar la cuesta del Vétago, o más conocida por los aficionados al mountainbike como “El Mortirolo”, el cual ha perdido algo de carácter épico que tenía en el pasado debido a los trabajos de acondicionamiento que han realizado sobre el camino. ¡Como debería de ser antes! Ahora es duro, muy duro, durísima la ascensión de 2 kilómetros de distancia.

El Mortirolo nos dejó fulminados y en los últimos kilómetros eché algo de comer. Los últimos tres kilómetros finales por el camino de Lanchalagua, desde el Cerro Alarcón hasta Valdemorillo, sin ser de especial dureza, si que tiene rampas que terminan por agotar las reservas de fuerza.

En meta apenas quedaba actividad y la organización empezaba a recoger las vallas y carpas, sólo el Sol nos recibía con una sonrisa después de un buen día de agua y barro, de puro MTB.

La Clásica de Valdemorillo de los más pequeños.

Mientras se desarrollaba la Clásica MTB de los mayores, en meta se habilitó un pequeño circuito cerrado donde los más pequeño pudieron demostrar su habilidades con la bici. Una pequeña representación de MTBLeganes.com asistió, disfrutó y se mancharon de barro. :-)

Podeis ver más fotos de los pequeño en el álbum de Rute.

Como siempre teneis el track GPS de la Clásica de Valdemorillo en Wikiloc.