Ruta MTB Madrid: Patones Extrem

Ruta clásica del mountain bike madrileño en torno a la coqueta población de Patones de Arriba. La dureza por los largos ascensos y tortuosos caminos se ve recompensada por las bellas estampas otoñales que nos regala este pequeño rincón de la Sierra Norte.

Cuando volvíamos de vuelta a Patones de Abajo después de hacer los 30 kilómetros de la ruta nos llevamos la sorpresa de haber necesitado 5 horas en completar el circuito. "¿Demasiado tiempo para tan pocos kilómetros?" -- pensamos Alfonso y yo. La ruta había tenido tantos alicientes(culturales, naturales y deportivos) que habíamos perdido la noción del tiempo. Nos habíamos tomado el tiempo necesario para saborear los alicientes de la ruta.

Hacia tiempo que estaba con ganas de hacer una ruta por Patones de Arriba con la bici. Buscando en Wikiloc una ruta que seguir, encontré muchas con nombres tan sugerentes como Patones Extrem, Trialeras por Patones, Patones por sendas o "La Clásica" de Patones por lo que después de tantas opciones decidí bajarme tres rutas distintas para guiarme y que la suerte o intuición en cada momento decidiera.


Durante toda la ruta iremos comprobando la importancia que ha tenido la zona en el abastecimiento de agua a la capital. Son numerosas y muy visibles las importantes infraestructuras de ingeniería hidráulica construidas a mediados del siglo XIX y que han dejado una importante huella en los cauces de los río Lozoya y Jarama. Canales, caceras, puentes, almenaras y viaductos hacen posible que cada vez que un madrileño abre el grifo de su casa salga un chorro de rica agua proveniente del río Lozoya.

La ruta tiene un patrón muy claro y definido. Primero hay que subir por tendidas y larga cuesta para después bajar hasta el fondo de los valles por espeluznantes y complicadas trialeras. Y así tres veces.

El primer tramo de nuestra ruta comienza en la vega del río Jarama. Saldremos de la localidad de Patones de Abajo siguiendo el trazado del Canal del Lozoya hasta la vieja presa del Pontón de la Oliva(primer embalse que abasteció de agua al Canal de Isabel II). Sin apenas pendiente el canal discurre paralelo y unos metros por encima a la carretera y al río Jarama. Será el tramo más fácil y asequible que encontraremos.

Una vez en la presa, hoy en desuso, continuamos por una estrecha carretera que sube hasta la localidad de Alpedrete de la Sierra. Nosotros mucho antes abandonaremos dicha carretera para desviarnos a la izquierda y bajar por la primera de las trialeras que la ruta nos tenía preparada. Antes de lanzarnos al frenesí trialero tomamos un pequeño descanso para recuperarnos del esfuerzo continuado de la pendiente. Hay que estar pleno de fuerzas ante la incertidumbre de lo que se nos viene encima.


Esta primera trialeras se nos dio bien, salvo al comienzo donde los surcos creados por las motos nos obligan a poner pie en tierra en un par de ocasiones. El resto se hace bastante bien con especial cuidado a las abundantes piedras que al estar en vertiente de umbría se encuentras peligrosamente húmedas. El descenso nos deja junto al arroyo de Reduvía. Y, de nuevo, comenzamos a subir en busca de la siguiente trialera que nos deje en el siguiente valle.

Esta ascensión se realiza por pista forestal con algunos tramos con piedra y fuerte desnivel. Una vez en el collado podremos asomarnos a contemplar las bonitas vistas del río Lozoya y del embalse de la Parra. A la altura de los cuatro corrales llamados de Manuel Ruiz perdemos el rastro del camino brevemente. Tras unos metros campo a través damos con el camino y con la segunda de las trialeras.


Este descenso un poco más complicado que el anterior. En la parte final, el camino zigzaguea para mejor salvar la pendiente, aún así, las piedras son abundante y el descenso peligroso.

Finalmente llegamos hasta el río Lozoya que serpenteando se abre paso entre abruptos montes de pizarra formando un bucólico y tranquilo valle. Realmente me sorprendió gratamente este silencioso lugar, posiblemente unas de las más bonitas estampas otoñales de la Comunidad de Madrid.

Tras cruzar el río Lozoya por el lugar que nos pareció más fácil(no hay puente) tenemos dos opciones para seguir. Una sube por un camino a media ladera y el otro sigue el curso del río Lozoya por el denominado canal de la Parra. Optamos por esta última opción ante el sugerente camino fluvial que nos permitiría brevemente rodar por llano.

Desgraciadamente fue corto el tramo llano y en seguida comenzamos a subir. Esta ascensión será la mas larga y complicada. Tras abandonar el cauce del río subiremos en busca a la carretera que lleva al Atazar. Cruzamos la carretera y nos adentramos en un bosque de pinos. Este tramo entre pinos, quizá sea el más aburrido de todo el recorrido. En todo momento vamos subiendo con mayor o menor pendiente.


Finalmente llegamos hasta un mirador donde se encuentran las señales de los senderos abiertos para los senderistas. El paisaje cambia bruscamente. De los pinos pasamos al monte bajo de jaras y pequeños matorrales.

De frente a nosotros se abre un gran cortafuego que afortunadamente no tenemos que subir. Nosotros deberemos seguir por la Senda de Genero, ruta señalizada por balizas que no llevará hasta Patones del Arriba.

Última trialera del día con algún paso complicado por abundante piedra y cerradas curvas. Mis avances en las trialeras están siendo bastantes tímidos. Afortunadamente, este tramo es corto y el camino hasta Patones se desarrollo por una divertida y estrecha senda.

Curiosamente por el tramo que más disfrutamos(y quizá más fácil) es por el que sufrimos los dos pequeños percances. Primero Alfonso se va al suelo en una curva a izquierda y más tarde soy yo quien da con los huesos en las jaras. ¡ De cuantas lesiones han salvado las jaras a los ciclistas ! Afortunadamente sólo nuestro orgullo ha salido lesionado de ambos accidentes.

Estamos llegando a Patones de Arriba y al final de nuestra ruta. La entrada a Patones se hace complicada debido a las abundantes pizarras del camino y a los numerosos turistas que osan salir por los alrededores del pueblo de Patones. Esquivar turistas y piedras se hace difícil después de los duros kilómetros acumulados.

Tras recorrer las estrechas calles de Patones y después de realizar las correspondientes fotografías en tan bonito escenario, descendemos hasta Patones de Abajo por un camino escalonado con tablas de madera. Entretenido final para esta interesante ruta que mezcla historia con naturaleza.


Preservar la calidad de las aguas del río Lozoya para el consumo humano ha llevado a un estricto control poblacional de esta zona de la Comunidad de Madrid. El progresivo abandono de las tierras y los pueblos nos ha dejado una extensa zona para disfrutar de la naturaleza. Unos de los mayores alicientes de la ruta es la sensación de soledad y de estar perdido en mitad del monte.

Como siempre os dejo el track GPS en Wikiloc.

Distancia total: 30,502 Km. Desn. de subida acumulado: 1023,31 m. IBP:88 AA