La idea de llegar a Segovia surgió unos días antes, cuando mi mujer me comentó las ganas que tenía de ir a comer en casa de sus tíos en Segovia. “Hummm,..., Segovia,..., hummm,..., bici ", fue mi instintiva respuesta, pero diciendo la palabra bici en bajito. Y la segunda fue aceptar rápidamente. A partir de ese momento empecé a preparar mi ruta: primero miré los posibles puntos de partida y luego las distintas alternativas rutas que podría seguir. Finalmente, después de mirar algunos tracks, decidí grabar dos rutas, bajadas de Wikiloc, en mi GPS.
El plan era ir en coche hasta el Puerto de Navacerrada y que mi mujer e hijas continuaran hasta Segovia en coche, mientras que yo llegaría en bici. Y así lo hicimos. Por ahora, el plan era perfecto y me encontraba en el puerto despidiéndome de mi familia y deseoso de aventurarme por los caminos de la Sierra del Guadarrama.
La primera parte del recorrido me llevaría desde el Puerto de Navacerrada hasta Cercedilla por el camino de El Calvario y pasando por el embalse de Navalmedio.
Y aquí, a los pocos metros de comenzar, empezaron mis problemas. Buscaba el "Camino del Calvario", las indicaciones eran claras: "camino que sale desde la estación de FF.CC del Puerto Navacerrada junto a la ermita de la Virgen de las Nieves", pero tomé equivocado el camino en un par de ocasiones, con la consiguiente pérdida de tiempo, gasto de fuerzas y mosqueo que te entra. Tenía mucha curiosidad y ganas de conocer tan famoso y religioso camino. Son muchos los blogs y comentarios que hacen referencia a la dureza de la subida y dificultad de la bajada.
Estoy seguro que cogí el camino que sale junto a la ermita, pero tengo dudas de que este fuera el "Camino del Calvario". Una vez en casa y mirando documentación, creo que el camino del Calvario, giraba a la derecha unos metros después de su comienzo en la indicada ermita. Yo bajé recto por una senda muy técnica e imposible de circular para mis habilidades.
Aquí empezó mi calvario particular. Esta senda seguía, prácticamente, paralela al cauce de un arroyo en todo momento, cruzándolo en numerosas ocasiones, varios árboles caídos sobre el trazado sólo dejaban un pequeño hueco para el paso, numerosas piedras de todos los tamaños, raíces de los árboles y grietas hicieron que me bajara incontables veces de forma voluntaria de la bici y de forma involuntaria un par de veces (en el momento de escribir esta crónica un fuerte golpe en el gemelo izquierdo hace que ande con dificultad). No había espacio para la relajación y el rodar tranquilo. Tardé un siglo en salir de este calvario.
Cuando, por fin, salí a un camino, mi estado de desesperación era máximo y sólo quería rodar hasta alcanzar Cercedilla. No tuve tiempo de observan las posible variantes y caminos que me salían al encuentro. Yo solo pensaba bajar, bajar y bajar. En este momento fue cuando empecé a encontrarme a otros ciclistas en subida y supuse que habría otro "Camino del Calvario" que subiría al puerto de Navacerrada en mejores condiciones.
En la estación de FF.CC de Cercedilla había quedado con Jesús (alias Revuelto) y su hijo Alvaro. Llegué tarde a la cita pero los pude coger en el camino de subida al Puerto de la Fuenfría. Gracias a ellos, la subida al puerto se me hizo entretenida.
Si hubiera ido sólo, seguro, que se me hubiera hecho interminable. Calzada
Romana, chalet de Peñalara, la fuente de la Cantina, el mirador de los poetas, la pradera de Navarrulaque o el mirador de la reina son algunos de los hitos clásicos que podemos recorrer siguiendo por la Carretera de la República en esta clásica pista para ciclistas y senderistas.
Una vez en el puerto de la Fuenfría, me despido de mis acompañantes y comienzo el descenso por una pista pedregosa a los pies del Cerro Minguete y Montón de Trigo en busca de la ciudad de Segovia. Este camino está marcado con flechas amarillas, que indican la trayectoria del Camino de Santiago desde Madrid.
Durante el descenso y una vez pasado las ruinas del convento de Casarás tengo el primer pinchazo. La parada me permite contemplar las espléndidas vistas de los pinares de Valsaín y el Alto de Guarramillas. Continúo mi recorrido por una pista asfaltada que permite grandes velocidades. Descarto algunas señalizaciones amarillas, que me llevarán por el duro trazado original de la Calzada Romana, y sigo por la pista asfaltada, mucho más fácil y rápida. Tengo que recuperar el retraso acumulado en el "Camino del Calvario".
En seguida llegamos hasta el paraje de la Cruz de la Gallega desde donde podemos observar unas magníficas vistas del piedemonte segoviano. Cruce de caminos, aquí convergían el camino de origen medieval que unía el puerto de la Fuenfría con las instalaciones reales de Valsaín y La Granja y con una ruta ganadera conocida como Cordel de Navaelrincón que comunicaba Valsaín con la venta Santillana por la que más tarde pasaremos. Aquí desaparecen pinos y robles para dar paso a prados y a algunas manchas de encinas y arbustos propios de monte bajo. Ya podemos observar Segovia y su portentosa catedral.
En este punto nos toca rastrear e ir siguiendo las marcas amarillas ya que no existe camino definido y debemos tirar campo a través hasta encontrar, de nuevo, el trazado de la Calzada Romana. Segundo pinchazo del día. Las alarmas se encienden porque no llevo más cámaras ni parches que me permitan arreglar posibles pinchazos.
El siguiente hito al que llegamos son las ruinas del caserío de Santillana, una antigua granja de esquileo de ovejas junto a la Cañada Real Segoviana. Para llegar a Segovia sólo queda cruzar la carretera de Valsaín y el puente sobre el túnel del AVE. Pero... Sí. Tercer pinchazo. Increíble. No me lo puedo creer. Con las prisas no inflé bien la cámara anterior y la válvula ha estallado. Las prisas no son buenas.
Agradecer a los ciclistas que pasaban y me ofrecía cámaras de repuesto pero todas eran de válvula grande y yo llevo llantas con válvula fina. Ya eran muchos los percance e incidentes para un sólo día. Solución: llamar con el móvil para que vengan a buscarme a la estación del AVE.
No hay que darle mas vueltas, otro día completaré la ruta que me permita llegar hasta el Acueducto y el Alcázar, recorrer la Alameda y Clamores y así podré disfrutar, en bici, del esplendor y belleza de Segovia. Llegar hasta Valsaín o visitar La Granja son otras opciones. O aprovechar para seguir las marcas amarillas del Camino de Santiago y así conocer más de cerca esta sorprendente zona la Sierra del Guadarrama.
Hay que aprender de los errores y reponerse de las adversidades. Peor hubiera sido llevar el móvil sin batería o que la bici se hubiera roto. Ya sólo quedaba ilusionarse por los próximos proyecto por la zona y disfrutar de la comida que me tenía preparada en casa de mis tíos: chuletón, costillas, careta y torreznos todo perfectamente acompañado de buen vino y sabroso pan. Siempre es grato venir a Segovia y, si es en bici, aún mas.
Como siempre os podéis bajar el track de Wikiloc.
Leyendo tu crónica se hace dificil pensar que no bajabas por el Camino del calvario...has descrito un verdadero calvario (troncos, raices, etc). Pero para calvario, el de los pinchazos, y toco madera.
ResponderEliminarNada, ya hay dos rutas que hay que acabar, la de Segovia (a mi me sigue gustando más ida y vuelta) y la de La Morcuera..Cómo tienes agosto?
Saludos, Fran
Un suplicio de camino.
ResponderEliminarAgosto bien. A parte de Segovia y La Morcuera, tb habría que apuntar una ruta por la Sierra Norte(zona Montejo).
Algo haremos.
Creo que no cogiste el camino del Calvario. De bajada, es perfectamente ciclable y muy divertido. ¿Te suena si pasaste por el árbol de la cadena?. Y que recuerde ahora mismo, solo hay un vadeo. En cualquier caso, enhorabuena por la ruta y por la crónica.
ResponderEliminarChema Btt
Gracias ChemaBTT
ResponderEliminarLuego en casa, viendo track de otra gente, me dí cuenta que no baje por El Calvario en el inicio.
Tampoco vi, el árbol de la cadena.
Ya tengo excusa para volver en otra ocasión.
Chema, tienes que actualizar más tu blog. Siempre es interesante conocer lo que hacen otros bikers.