La feria en Villanueva ha terminado y las tarde de agosto se hacen largas. Todavía hace calor para llevar a las niñas al parque. El aburrimiento me acecha. En estas, aparece Blas y me dice que si no quería subir a Peñaladrones.Hace uno días le había preguntado por esos riscos que se ven desde San Gregorio. Dejamos el coche junto al cortijo de Casas de Peñaladrones a los pies de la roca, en la vertiente sur. Preguntamos al retén de forestales, que allí nos encontramos, por el camino va fácil por el que afrontar la subida. No saben. Por lo que no ponemos a subir si un camino definido ni marcado. Subimos por donde, en cada momento, nos parece más fácil.
Completamos el primer tramo de la subida. Es el tramo más fácil, sobre todo para Blas. Olivos, madroños, carrasco, jaras, lentisco y otros especies arbustivas encuentra alli su lugar.
En el segundo tramo aparecen las primeras rocas. Sorprende ver algunos cipreses plantados allí. Las vistas de Bélmez, con su castillo y el embalse, son impresionantes. El sol empieza a ocultarse y tenemos que seguir si queremos coronar la cima.
El tercer tramos es más difícil. Nos obliga a escalar algunas rocas. Deberíamos habernos traído algunas cuerdas. Nos damos prisa. El sol se pone y la bajada puede ser difícil. Aparecen los buitres. ¿seremos su cena?Hacia el sur, vemos los monte cubiertos de pinos por las repoblaciones en las décadas pasadas y la dehesa. Hacia el norte, también pinos y algunas encinas, vemos el cerro de la Pedriza, el Mora, de la Reina y la Romera. En la zona de umbria de Peñaladrones pasa el arroyo de la Gargartilla. Por ahí pase en bici sufriendo mucho. Para ver la ruta en MTB, pulsa aquí
En dirección este se encuentra el pico Pelayo. Ahora se que tiene 935 metros. Comenzamos a bajar. La noche empieza a caer. Ha merecido la pena subir hasta los 885 metros que tiene el pico.
Próxima excursión al pico Pelayo.