El destino de la ruta propuesta hoy es el área comprendida entre las poblaciones de Torrejón de Velasco, Valdemoro y Seseña. Esta zona catalogada como Área Importante para las Aves "Secanos de Torrejón de Velasco-Valdemoro"(IBA N/02) por la Sociedad Española de Ornitología (SEO), alberga una importante población de aves esteparias como son la Avutarda, el Sisón, el aguilucho cenizo o el cernícalo primilla.
Con ese interés de conocer y descubrir esta zona, me marche una tarde, aprovechando que las altas temperaturas nos daban unos días de tregua para poder salir a dar una vuelta con la bici. No tenía muchas expectativas de poder observar nada de fauna, pero mi sorpresa fue mayúscula cuando bajando de unos cerro en las inmediaciones de Seseña pude contemplar una cantidad considerable de aves que sobrevolaban la zona, entrando y saliendo de pinar cercano. Sería inútil describir las especies que sobrevolaban los cielos, ya que no soy buen conocedor ni experto observador de aves. Sólo logro reconocer a los gorriones y a los mirlos que se me comen las frambuesas. Antes, conejos, liebres y muchas perdices me habían salido al camino durante mi recorrido por la zona.
Mucho ilusión me hubiera producido poder avistar una avutarda, pero casi, prefiero que se mantengan ocultas al paso de los humanos para evitar que los cazadores furtivos las den caza y pasen a engrosar la lista de trabajos de taxidermistas sin escrúpulos.
Unos cientos de metros más adelante me topo con las obras de construcción del AVE Madrid-Levante. Esta construcción generará un importante efecto barrera que hará peligrar la supervivencia de la fauna que habitan estos parajes, además de ser un infranqueable obstáculo al paso de ciclistas y caminantes. Si ha esto sumamos el impacto ecológico y paisajístico irreversible que han ocasionado la carretera de circunvalación de Torrejón de Velasco, la autopista de peaje R-4 y la urbanización El Quiñón de Seseña, son muchas las agresiones que tendrá que soportar la vida, en este paraje, acosada ya por pesticidas, disparos y tendidos eléctricos.
Antes había salido desde Leganés en dirección a Pinto por el camino habitual. Suelo aprovecho estas rutas para conocer poco a poco el encanto del casco antiguo de este municipio del sur de la Comunidad de Madrid. En esta ocasión tengo tiempo para visitar la Torre de Eboli y el Parque de Juan Carlos I antes de tomar dirección a Valdemoro.
Al coronar un pequeño cerro se puede contemplar el importante crecimiento que está sufriendo Valdemoro. Poco queda de los extensos campos de olivos tan representativo de esta zona. Sigo por una pista paralela a la autovía que circunvala la zona de expansión de los nuevos barrios. Dejo atrás el nuevo hospital y busco los Cerros de los Bomberos de Castilla. Un fuerte olor y las abundantes moscas debido a una granja de cerdos cercana, hacen más difícil la subida hasta las inmediaciones de la estación meteorológica.
Siguiendo esta vía pecuaria, llego hasta una mina a cielo abierto. Sin dejar la vía, llego hasta los cerros de Espartinas. Pequeña elevación cubierta de pinos carrascos en las inmediaciones de El Quiñón (más conocidas como la ciudad del Pocero). Sólo tengo que cruzar las obras del AVE antes de llegar a la población de Seseña.
Parada en esta población para reponer agua. Tarde animada en esta población toledana debido a las fiestas patronales. No doy con un camino que me deje cerca del castillo de Puñoenrostro y me tengo que conformar con ver el castillo desde lejos. Un feo barrio de chales, afean el entorno del castillo, y rompen con el encanto de núcleo urbano de Seseña.
No tengo mucho tiempo para entretenerme, continúo mi camino por la Colada de Illescas, la cual me dejará en las inmediaciones de Esquivias. Por un paraje prácticamente desarbolado, salvo por una plantación de almendros y algunas manchas de olivos, continúo por esta pista de trazado lineal y en ligera subida. Son numerosas las explotaciones mineras que se observan desde este camino. Poco antes de llegar a Esquivias tomo un camino a la derecha que me llevará hasta la Cañada Real Galiana a través de extensos campos de olivos. Ya conocía estos bellos parajes en la ocasión en que visité la Fuente la Teja.
Tras llegar a Torrejón de Velasco tomo el camino que me dejará en el nuevo hospital de Parla. Cruzo la carretera de Toledo para llegar a Fuenlabrada por el Camino de la Mula. Con las ultísimas luces del día llego por fin a Leganés.
Los últimos kilómetros se me pasan rápido, absortos en mis pensamientos y con sensaciones contradictorias producidos por el desarrollo de la ruta. Feliz por encontrar, todavía, valiosos reductos de vida natural en parajes aparentemente estériles en las cercanías del área metropolitana y tristemente preocupado por voracidad del hombre por modificar y transformar los espacios naturales. En el conflicto de intereses entre conservar el medio ambiente y el desarrollo económico siempre pierde el primero. Las administraciones por mediar entre ambos intereses siempre se decantan siempre por el mismo lado y en las contadísimas ocasiones que se ponen la gorra verde, nos hacen creer en los esfuerzos que realizan y en las medidas que aplican en conservar el medio natural con un aparato propagandístico desmesurado pero sin fondo.
Os dejo el enlace de dos organizaciones que se esfuerza por defender los valores naturales de la zona:
Como siempre podeis encontrar el track GPS en Wikiloc.
[Entrada publicada conjuntamente en MTB | LEGANES]
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