miércoles, 2 de marzo de 2011

Zetas, Abantos y Cueva Valiente

Cueva Valiente (1.903 m.) es una montaña de la Sierra de Guadarrama ubica en el término municipal de Peguerinos (Ávila). En la cima existe un pequeño refugio de piedra y durante la subida tendremos la oportunidad de contemplar algunas construcciones y restos bélicos dispersos por esta montaña.

La cumbre de Cueva Valiente es accesible desde sus cuatro costados. La forma más sencilla de hacerlo es por una antigua carretera forestal hoy ya casi desaparecida. Si la subida es ya difícil, hacerlo desde El Escorial, remontando las "zetas" y luego pasando por Abantos, ya tiene mérito.

Esta ruta es exigente, en poco más de 50 kilómetros se completan más de 1700 metros de desnivel acumulado de subida además de poder encontrar duras condiciones meteorológicas en las partes altas. Aunque la presencia de muchos kilómetros de pista forestal asfaltada puede suavizar la dureza, el resto del recorrido discurre por senderos técnicos y empedradas trialeras.
El recorrido empieza en el bosque de La Herrería de El Escorial, a pocos pasos de la entrada al sitio de La Silla de Felipe II. Tras bordear el campo de golf, comenzamos a subir en dirección a las famosas zetas que remontan el Cerro de La Cabeza hasta el Área Recreativa de Los Llanillos. Después habrá que seguir por la pista en dirección al Puerto del Malagón, parada obligatoria para recuperar el resuello y contemplar las maravillosas vistas que se abren hacia tierras de Ávila.

Así contado suena fácil, apenas me ha costado tres frases pero remontar las zetas constituye una actividad con buenas dosis de paciencia y habilidad para mantener el equilibrio en los múltiples y cerrados giros que hay que realizar para superarlas. Y luego los duros porcentajes hasta El Malagón.
No hay que abandonar la pista, hasta encontrar un camino que sale a mano izquierda y que se encuentra cortado a vehículos de motor por una cancela. Antes de llegar a Abantos nos desviamos ligeramente de la pista para llegar hasta la Cruz de Rubens desde donde se tiene una fabulosa vista del Escorial, Machotas y si el tiempo está despejado de todo Madrid.

Seguimos remontando hasta Abantos por un duro camino de piedras y nieve. Lo más peligroso son las placas de hielo ocultas sobre una fina capa de nieve. El calzado de bicicleta no es el más apropiado para patear estos caminos y se producen algunas "graciosas" caídas entre los miembros de MTB Leganés.

La parada en Abantos es obligada, larga y compartida con un numeroso grupo de senderistas que llega casi a la vez que nosotros. Momento que aprovechamos para comer y disfrutar el entorno. En lo alto, a parte de una cruz y un hito geográfico, encontramos una inmensa pantalla amarilla. ¿Supongo que será una antena?
Aquí el grupo se divide en dos, unos deciden volver al Escorial por no disponer de más tiempo, mientra que la mayoría seguimos el recorrido propuesto. Seguimos el GR-10 en dirección a la tapia del Valle de los Caídos, límite provincial y autonómico, que nos deja primero en el Portillo de Pozo de Nieve y un poco más adelante en el Cerro de San Juan (1754 m.) Este tramo es complicado y rompe piernas donde se alternan bajadas pedregosas con fuertes repechos.

El último tramo antes de llegar al refugio de La Naranjera es muy complicado, de nuevo por la nieva y las placas de hielo. El entorno es maravilloso y ofrece unas posibilidades enormes a senderistas como a ciclistas de montaña que pasamos la semana esperando que llegue el domingo para salir y disfrutar de esta naturaleza que nos ofrece la Sierra de Guadarrama.

El tramo más difícil se encuentra entre La Naranjera y la Fuente de Las Negras. La pequeña senda que baja hasta la fuente sortea innumerables piedras y saltos que obliga a bajarse de la bici. Es un tramo corto prácticamente no ciclable.
En la Fuente de Las Negra, encontramos de nuevo la pista forestal asfaltad que dejamos antes de desviarnos a Abantos. El trayecto hasta Cueva Valiente no tiene pérdida y sólo habrá que estar pendiente de un par de desvíos antes de llegar al camping de Peguerinos.

Junto al camping, la pista que seguimos se encuentra cerrada por una cancela con candada. ¿? Desconozco el motivo de cerrar a "cal y canto" esta pista, ya que el recorrido por dicha pista se encuentra señalizado con carteles informativos.

Si no tenéis la suerte de encontrar la cancela abierta en ese momento, deberéis salta las piedras colocadas a ambos lados de la cancela. Nosotros en la subida aprovechamos que salía un coche (y que tenía llaves de la cancela) para evitarnos el engorroso salto.

Subir, subir y subir. No queda más que subir, primero hasta el collado de la Gargantilla y después a Cueva Valiente. El cansancio empieza a hacer mella en todos lo miembros, aunque el estoque lo encontramos en la parte final de la subida a Cueva Valiente.
Protegidos del viento por un bosque de pino silvestre en las primeras estribaciones, el tramo final, mucho más despejado fue criminal. Apenas podemos disfrutar el bonito entorno que forman las numerosas formaciones rocosas de distintos tamaños y formas que encontramos en la parte alta. No veréis fotos, porque no tenía ganas de pararme a sacar la cámara. Solo pensaba en llegar al refugio y meterme a comer algo de la poco comida que llevaba.

Poco a poco vamos llegando a Cueva Valiente y en poco rato llenamos el pequeño refugio que allí se encuentra. Muerto de hambre devoro la barrita "dietética" que llevo (me confundí en casa y cogí las de mi mujer :-) ), gracias a medio sándwich de Serrano y a unas almendras de Txema lleno los almacenes de energía para el regreso. A punto estuvimos de asaltar a unos senderistas con los que compartíamos refugio y quitarles los sabrosos bocadillos de jamón que se disponía a comer. ¡Que malo es el hambre!

Durante los tres cuartos de hora que estuvimos en Cueva Valiente me preocupa lo duro que se nos puede hacer el regreso. Apenas hemos recorrido 30 Km. y llevamos más de 5 horas en marcha. No quiero pensar el tiempo que nos puede llevar el regreso ni del frío que pasaremos bajando de Cueva Valiente. Antes de bajar me pongo 2 guantes en las manos y el chubasquero.

Afortunadamente, el regreso es mucho más rápido y fácil que la ida. Encontrando como única dificultad la subida al puerto de Malagón por su cara norte, que aun siendo larga, el buen firme facilita el regreso. La experiencia en este tipo de rutas, el buen ambiente y compañerismo, además de un adecuado tiempo de reposo y el avituallamiento hizo que todos recuperemos fuerzas y nos lanzáramos al regreso sin ningún tipo de problemas.
Poco antes de las 5 de la tarde llegamos a nuestro punto de partida siguiendo el trazado que realizamos en la ida, descartando el tramo de Abantos por motivos obvios.

Como siempre os dejo el track para el GPS en Wikiloc.

3 comentarios:

  1. buena cronica,
    PD.Lo del samdwick fue el temor de que lo quitaras entero lo que me izo compartirlo.....

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  2. Preciosa ruta y precioso entorno. Un clásico de la Sierra de Guadarrama.
    Felicidades por la crónica y las fotos.
    Pablobike.

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  3. que buenos recuerdos me habeis dado. Este verano estuve por esa zona y disfruté una barbaridad.
    saudos y gracias por hacerme recordad.
    solorutas.com

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